La relación entre el aluminio y la enfermedad de Alzheimer es el resultado de un estudio realizado en la década de 1960 con un pequeño número de pacientes, que halló concentraciones más altas de aluminio en el cerebro de personas con Alzheimer. Este descubrimiento generó preocupación sobre la exposición al aluminio a través de fuentes cotidianas como utensilios de cocina, latas de bebidas y antitranspirantes.

Los resultados de ese estudio nunca se han replicado, y, como afirma la Asociación del Alzheimer: «Desde entonces, los estudios no han podido confirmar ningún papel del aluminio como causa del Alzheimer. Hoy en día, los expertos se centran en otras áreas de investigación, y pocos creen que las fuentes cotidianas de aluminio representen una amenaza».

Se desmiente el mito de la relación entre los antitranspirantes y el Alzheimer. Si sufre de hiperhidrosis, puede estar tranquilo y seguir usando antitranspirantes con aluminio para controlar la sudoración.